La depresión puede convencerte de que tu dolor es eterno y está destinado a oprimirte por el resto de tus días. Es cuando estás en ese lugar horriblemente oscuro, creyendo la película de tu mente: una vida de espantosa agonía, donde tus pensamientos se vuelven suicidas, porque la depresión te ha convencido de que No hay salida.
¿Pero qué crees? ¡Si hay salida!